Publicado: martes, 31 de julio de 2018
La poca productividad deportiva y la pésima planificación directiva desesperan a la hinchada.


PasJun

Deportivo pasto perdió este domingo con el Junior en Barranquilla y arranca último en el campeonato. Sin puntos, sin anotar gol, con seis juegos sin ganar en la Liga y con 14 jugadores nuevos para acoplar a una idea, todos síntomas que alargan una crisis abierta desde hace tiempo.

La critica pastusa esta centrando todo su ánimo en un solo hombre, Flabio Torres. Fácil salir de el entrenador y rezar por que otro venga y haga un milagro. Si continuamos con ese pensamiento, algún día cuando dejen de existir los Fortaleza, Tigre o Leones tocaremos fondo y volveremos a pisar la categoría B.

La afición presionó a la directiva tras la crisis del 2015 que conminó a Dueñas y Casabon, pero que tras un regular semestre en el 2016 con Berrio hizo que todo se olvidara y ante el primer atisbo de crisis la hábil directiva apagó el fuego con la vuelta de Flabio en el 2017. Una directiva que a la cabeza de Casabon desde el segundo semestre del 2004 solo ha cosechado una entrada a las finales y no ha dado ningún jugador consolidado de la cantera al primer equipo. Se han mantenido sin mas ante la peor crisis del equipo en su historia, incluso hasta salvaron la categoría en el 2016 con un promedio menor al que nos llevo a la B en en 2009. La llegada de Flabio Torres ha sido su único y mejor acierto en cuatro años de dirigencia.

“Flabio tiene que irse”, la frase favorita de la prensa deportiva, aunque muchas veces no con esas palabras ante el único técnico en las últimas 9 temporadas en primera en llevarnos a finales. El primer paso de Flabio por el tricolor fue fantástico aunque muchos no supimos valorar (hasta ese grupo de jugadores tuvo que irse a los puños con un grupo de energúmenos hinchas de occidental que no sabían que estaban frente al mejor y difícilmente igualable equipo de los últimos tiempos). Tras su salida en 2014, todo se vino abajo. El equipo estuvo a punto de quebrar, las demandas cayeron sobre el equipo y la nueva directiva se escudo en esto hasta que los problemas los superaron incluso a sus propias decisiones. Gutiérrez, Quintabani, Berrio, Santa, Flabio y los cerca de 120 jugadores nuevos contratados las apuestas que solo llevaron a obtener un paso a cuartos de final en el 2017. Si los directivos despiden a Flabio estarían aceptando su propio fracaso. Terminarían con lo único valioso que hicieron.

Los errores de Flabio
Tras su gran vuelta en 2017, con jugadores como Cantillo, Cataño, Yamilson Rivera y Trellez logró el récord de puntos en el todos contra todos. Un equipo que contó además con Giraldo, Cristian Rivera, Cabrera y Mosquera para forma un gran once que fue protagonista pero no supo dar el salto y fue vencido fácilmente por América en cuartos de final.

La crisis empezaría en el segundo semestre, se fueron cinco de sus cartas principales sin chance a retenerlas por ser jugadores a préstamo. Cantillo, Cataño, Yamilson, Cristian Rivera y Trellez dejaron al equipo y los que llegaron no suplieron las bajas. El trabajo del primer semestre se fue al piso y solo con Yesus y algunos destellos de Reina se terminó 15°. Jugadores como Aguirre, Cellerino, Dájome y Ramírez fueron poco para el colectivo.

Para el 2018, Flabio aposto a la experiencia y armó un equipo de “figuras”: Toloza, Ortega, Leudo, Alcatraz, Arias, Guillermo y Casierra. Poco sirvió y solo se alcanzó a destacar Toloza, quien tuvo que dejar el equipo al final de campeonato por problemas de indisciplina. Esos dos últimos semestres fueron desastrosos, jamás se llego a estar por lo menos cerca de pelear por entrar a los ocho y se terminó en los últimos lugares.

La defensa fallo siembre, ni el Hinestroza-Payares-Peralta-Canchimbo del 2017, ni el Alcatraz-Lopera-Valoyes-Casierra del 2018 funcionaron. La baja de forma de Giraldo, el único líder de esos equipos, desequilibro más al equipo. Además aposto en primera línea con Sierra en 2017 y Giovanni Martínez en 2018, ninguno en nivel. De las más de 30 contrataciones en ese año ni siquiera la mitad justifico su llegada al equipo.

Nada salió en los últimos dos campeonatos y en este que apenas arranca no se ve una luz al final del túnel. Hay un equipo más luchador pero que tardara en acoplarse, Villota parte como la única figura nueva de renombre, mientras que de los que quedaron Casierra y Giraldo parecen no mejorar, Alcatraz deberá encontrar su fútbol y a los nuevos les costara entrar a un nivel competitivo pues o vienen de ser suplentes (caso de Restrepo, Fernández y Vargas) o vienen de no jugar un solo minuto en el anterior semestre (caso Palomino y Hernández) o vienen de jugar se la B (caso: Payares y Moreno) o vienen de ligas poco competitivas (caso: Losada y Copete).

Con la derrota ante Junior se suman 19 derrotas en los últimos 24 partidos fuera del Libertad. Una sola victoria, cuatro empates y 17 partidos sin anotar son el otro bache en la caída del equipo en el último año.

No siempre contaremos con la suerte de encontrar cada semestre a jugadores como Cantillo, Cataño, Cabrera, Trellez o Rivera. La improvisación se paga por poca regularidad en juego y por lo tanto pon baja productividad en resultados a largo plazo. No queda más que apoyar, si desde arriba no se cambia no se espera nada mejor reflejado en la cancha.


#FuerzaPasto



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